Hacer fotos de niños es muy divertido y se ha convertido en una de nuestras especialidades, estamos encantados con todos los peques que nos visitan ya que podemos sacar fotografías muy espontáneas y crear el recuerdo de las primeras etapas de sus vidas.
Hace tiempo la mamá de nuestro protagonista se puso en contacto con nosotros para poder hacer unas fotografías a su niño, Mateo.
Este pequeño de amplia sonrisa es un pillín, con sus tres añitos ya demuestra tener mucho carácter. En un principio la idea de Silvia, su madre, era realizar las fotografías en el estudio, ya que sabe que Mateo es muy movido y que nos resultaría difícil trabajar con el en exteriores. ¡Cual fue nuestra sorpresa cuando el pequeño gran modelo no quiso ni pisar el plató! Quizás le dio miedo, hay a niños que les pasa.
Cuando hacemos fotos de niños es muy importante tratar de entenderles y no obligarles a hacer algo que no quieran. Con tres años ya tienen su carácter, y si no desean entrar en el plató hay que conseguir comprender la situación y estudiar si vamos a poder conseguir cambiar esa idea que tiene en la cabeza. En el caso de Mateo lo vimos muy claro desde el primer momento, no quiso entrar y teniendo en cuenta que el tiempo en la calle era maravilloso decidimos en el momento acercarnos a una localización en pleno corazón de Santander para hacer un reportaje que sin duda será un precioso recuerdo para él y su familia.
Desde aquí queremos dar las gracias a Silvia por traernos a este precioso modelo, esperamos que Mateo siga tan guapo y simpático como hasta ahora y que pronto podamos disfrutar de nuevo de él como lo hemos hecho en esta sesión de fotos.
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